Todos los niños tienen un momento de estar a solas, un rincón, un tiempo sólo para ellos, en el cual así de pequeños parece ser que son más refllexivos que nosotros los adultos, en ese momento son amigos de esa soledad consejera, son amigos de su interior, de su alma, de Dios, y piensan,imaginan,sueñan tantas cosas que los hace únicos; esa desinteresada y noble actividad la cual la ponen en practica al rededor de su mundo es extraordinaria. La pureza e inocencia de los niños deberíamos todos los adultos tomarla de ejemplo para vivir en un mundo mejor.
Amo a los niños, no son complicados, viven el hoy y siempre sonríen a pesar de que puedan tener penas en el alma.
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